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miércoles, 29 de mayo de 2013

El dilema de intervenir en Siria


La muerte y la represión han sido dos pilares del régimen para el apaciguamiento de las voces del pueblo sirio. A diario, la gente se debate entre la tiranía interna del régimen y la intervención extranjera de sus enemigos, creando una cruel indiferencia mediática que ha llevado a las narrativas de la revolución hacia vocabularios que incluyen términos como “intervención militar”, “bastiones del régimen”, “espacios estratégicos”, entre otros, que se han olvidado de la inspiración fundamental del movimiento popular que incluía, incluye todavía, un tipo de gobierno justo, una forma de vida digna y, tal vez la más importante, el logro de una independencia política que le permita al pueblo llevar a cabo mecanismos de movilización y cambio de régimen sin la necesidad de una intervención extranjera.

Pero aprovechando el objetivo de la revolución, el régimen y sus enemigos han secuestrado dicha agenda y la han convertido en un escenario de ambiciones geopolíticas muy parecido al que se fraguó en Iraq hace diez años cuando se hablaba de una “posible intervención por la defensa del pueblo iraquí”, “el uso de armas químicas por parte del régimen”, “el tope de líneas rojas”, “la imposición de sanciones económicas”, “enviados especiales de la ONU”, entre otras cuestiones, que no hacen más que recordar viejas estrategias para nuevos conflictos, conflictos causados por las mismas elites que hoy se presentan como “liberadoras” y favorecedoras de la primavera árabe y de manera cínica, del pueblo sirio.

Pamplinas, la “iraquización” de Siria no es otra cosa que la creación de un escenario donde, como buitres, los actores internacionales en disputa llegan y se alimentan del moribundo ciudadano sirio que ha peleado contra su propio hermano debido a la división ideológica sembrada tanto por el régimen como por sus aliados y enemigos en la región. La única diferencia en esta metáfora es que los buitres son, aparte de oportunistas y carroñeros, los mismos causantes de las muertes del pueblo que dicen defender. Entonces no es solo el uso de armamento químico en Siria sino cada bala que sale de los cañones de manufactura rusa, iraní y estadounidense lo que verdaderamente está terminando con la revolución siria.  No es, como se presenta en los medios oficiales, una división sectaria o confesional lo que afecta a este pueblo sino simplemente una división entre el régimen como un establecimiento general por un lado, y sus opositores que se le rebelan por el otro, en un acto de mero canibalismo donde ambos actores intentan comerse vivos cuando comparten las mismas estructuras totalitarias y represivas en sus formas de gobierno y representan el mismo origen poscolonial del que los pueblos árabes y no árabes de la región se han comenzado a desprender en términos empíricos y epistemológicos.

"Irán en nuestros ojos y ustedes en nuestras prisiones" Fuente:  Cuarto poder.es

El eslogan de las fuerzas extra territoriales que dice “es necesario intervenir por el bien de la liberación del pueblo sirio” es una falacia y un riesgo a la vez. Una falacia porque no hay tal liberación desde que el islamismo de Hezbollah o de Qatar, o la guerra preventiva “libradora” de Estados Unidos y su democracia, han demostrado su fracaso una y otra vez para lograr una liberación permanente de los pueblos árabes arrastrándolos, por el contrario, a conductas mercenarias, de inseguridad y corrupción que se alimentan del mismo financiamiento e ideologías de esos líderes que tanto gustan a los medios de comunicación internacionales. Es también un riesgo porque la receta de la intervención extranjera siempre ha demostrado que el remedio resulta peor que la enfermedad cuando se derroca a un tirano y se le da la bienvenida a un régimen de incertidumbre y de niebla política que, maquillado de transición democrática, lo único que conlleva es un obstáculo para que la gente haga uso y recuperación de la voz propia en aras de construir su propia memoria histórica y su propio destino como Sujeto colectivo, arrastrando los recursos naturales y humanos hacia las arcas de regímenes que patrocinan la guerra.

Por lo anterior, poco importa la meta-narrativa que involucre enfoques islamistas, arabistas, nacionalistas, o de otro tipo que anule el deseo del pueblo sirio para entender su revolución y la situación en la que se encuentra. Lo que ahora es preocupante, (porque aún hay cosas de las que se uno se puede preocupar más) es que la revolución siria involucione y sea aplastada por una intervención militar desde Estados Unidos y Qatar que implique, desde Damasco, Homs y Alepo, una respuesta de las fuerzas aliadas del régimen sirio como hezbollah o los basiyo iraníes y dé como resultado la fatídica desaparición de lo poco que queda del pueblo sirio, su herencia cultural y su estructura económica y social. Ambos discursos ondean la bandera de la emancipación ya sea contra la tiranía interna o contra el imperialismo,  pero el riesgo verdadero que nadie enuncia en sus discursos, lejos de una implicación semántica, es justamente la desaparición de las propuestas de los revolucionarios sirios que habían ido ganando fuerza en el terreno ante la debilidad mostrada por el régimen por un lado, y el desprestigio de las fuerzas extranjeras en los barrios del país por el otro, pero que nadie rescata en la prensa internacional ni mucho menos en los medios regionales dado que su visión de lo que pasa en Siria se acerca más a una inversión a largo plazo para ganar apoyo moral entre sus respectivas audiencias que a una necesitada misión informativa que nos acerque a la realidad de ese territorio.


Fuente: resistencia libia

Ciertamente el costo de una intervención armada en Siria es muy alto, el más alto que un pueblo pueda pagar si se completa, e incluso más caro que el de la muerte de los mártires caídos en las plazas a manos de represores y terroristas de ambos bandos puesto que la intervención extranjera suele hipotecar la vida de las generaciones venideras. Esta afirmación no significa un argumento a favor de la tesis conspiratoria con la que navega el régimen sirio, puesto que las fuerzas de al Assad han sido las primeras en dibujar este escenario devastador que se está describiendo al ser responsable de las primeras matanzas y represiones contra los manifestantes sirios. Lo que se quiere decir con esto, es que una intervención extranjera nunca se desarrolla a favor del pueblo oprimido, pues estos agentes terminan convirtiendo a los oprimidos en opresores en una cadena interminable de sufrimiento y repetición de estructuras de poder. Eso fue justo lo que pasó con la elite poscolonial en la región de Oriente Medio, quien se presentó a sí misma como liberadora de los colonizadores ingleses y franceses pero que terminó gobernando igual o peor que esas mismas metrópolis cuando, paradójicamente, se terminaría gobernando bajo la forma monárquica y dictatorial que vemos caer poco a poco hoy en día.

Fuente: El heraldo 


Por otro lado, pero no tan distante, la intervención militar nunca, ni en sus formas más humanitarias, ha mostrado avances de liberación en sitios como Gaza, Bahrein, Iraq o Afganistán y no habrá de hacerlo con el pueblo en Siria, a menos que los haga por accidente. Siria no es ni Iraq ni Libia, y en el contexto actual de revolución, se trata de un país que no tiene grandes recursos naturales que se puedan utilizar como un reembolso de un “acto noble” futuro como el que se pretende hacer con una intervención militar. Por tal motivo, el enfoque intervencionista en Siria ve en el derrocamiento de Bashar al Assad una caída controlada que pueda manejarse lo suficientemente bien como para no dar pie a que la narrativa revolucionaria de Damasco resurja y pueda extenderse hacia los sensibles estados de la Península Arábiga, por no mencionar Líbano e Israel, poniendo en serios aprietos los intereses de esos “liberadores occidentales” en tierras árabes petroleras. Por tal motivo, el escenario de una Siria intervenida militarmente también es un riesgo para los propios especuladores de esta tesis, a menos que tengan buenos cálculos que demuestren que, en palabras crudas, “los sirios hayan estado matándose unos a otros con tanta insistencia y ferocidad, que estén lo adecuadamente listos como para ser intervenidos y sofocados para abrazar la intromisión de Occidente”.

Finalmente, si bien los costos de la intervención están en la mesa, los riesgos también están siendo evaluados por sus impulsores dando pie a que el contexto y el desgaste facilite las cosas para Estados Unidos y las petro-monarquías. Pero si bien se espera ésta intervención militar pueda aplastar tanto al régimen como a los jóvenes revolucionarios, no está demás pensar que un acto de dicha magnitud también pueda destapar la cloaca que geopolíticamente constituye Siria para el mundo árabe y lograra, paradójicamente, que la marcha de la primavera árabe superara la barrera del Mediterráneo y pudiera insertarse plenamente en las aguas del Golfo alcanzando a sus similares en Bahrein, Arabia Saudí e Irán, cuyas elites estarían enfrascadas en “su propia liberación de Siria”, creando espacios de acción que la colectividad en las calles de aquellos países, pragmáticamente, también está esperando.

Este es el dilema de la intervención en Siria, y la importancia de ese pueblo para la región, un pueblo que está dando literalmente su sangre y su vida para alcanzar el estado de liberación permanente que muchos vecinos han comenzado a dar y están tratando de mantener ante la llegada del oportunismo islamista que está a prueba en el gobierno y ante la exigencia de miles de árabes tunecinos y egipcios que mantienen una agenda revolucionaria cuyo proceso llevará décadas para gestarse.


Links recomendados
  

NADIM SHEHADI. “Revolution or civil war? The battle of narratives in Syria”.  29 de marzo de 2013. Disponible en http://www.opendemocracy.net/opensecurity/nadim-shehadi/revolution-or-civil-war-battle-of-narratives-in-syria, consultado el 1 de mayo de 2013.

JOSE MIGUEL CALATAYUD.  “El primer ministro turco afirma que Siria ha usado armas químicas”,  2 de mayo de 2013. Disponible en

SAAD ABEDINE: “Hezbolá intervendrá en Siria si los extranjeros amenazan al régimen”,  1 de mayo de 2013, disponible en http://mexico.cnn.com/mundo/2013/05/01/hezbola-intervendra-en-siria-si-los-extranjeros-amenazan-al-regimen, consultado el 2 de mayo de 2013.

BASSAM HADDAD.  “The Idiot's Guide to Fighting Dictatorship in Syria While Opposing Military Intervention”, 20 de enero de 2012, disponible en http://www.jadaliyya.com/pages/index/4065/the-idiots-guide-to-fighting-dictatorship-in-syria, consultado el 1 de mayo de 2013.

lunes, 13 de mayo de 2013

Las sorpresas de los registros a las presidenciales en Irán



A 34 días de la undécima elección presidencial en Irán, el Ministerio del Interior ha informado el registro oficial de 686 candidatos donde resaltan nombres  como el de Ali Akbar Rafsanyani, el ex negociador nuclear Saeed Jalili y el protegido de Ahmadineyad, Esfanidiar Rahim Mashaei, todos ellos candidatos de último minuto que han puesto un toque muy especial al ambiente de los próximos comicios en la nación iraní. 

De hecho, la gran mayoría de estos candidatos son desconocidos incluso para los mismos votantes iraníes, por lo que el Consejo de Guardianes (el órgano encargado de aprobar o no las candidaturas finales) tendrá una gran tarea en los próximos diez días ( no más ) para descalificar casi a todos ellos dejando máximo una docena de nombres tal como ha ocurrido en elecciones pasadas.

Pero de este proceso en particular, ciertamente sobresalen las postulaciones de los llamados “candidatos incómodos” para Ali Jamenei tales como Rafsanyani y Mashaei.

Por un lado, Rafsanyani porque se trata del candidato que históricamente ha tenido diferencias claras y directas con el Líder Supremo y quien actualmente ha recibido el apoyo público y explícito de personajes reformistas de amplio calado en la política iraní como Jatami y Rouhani, e incluso de algunos religiosos conservadores como Ali Motahari, con lo que se presume puede alcanzar un porcentaje importante de los votos de las clases medias y altas del país, siempre y cuando logre acumular cierta confianza entre los simpatizantes del Movimiento Verde y del aún arrestado Mir Hoseyn Mosavi, quienes, hay que decirlo, constituyen un buen número de votos para quien quiera llegar al puesto y quienes, por cierto,   aún no han dado un respaldo total al candidato tecnócrata ni a ningún otro.


Por otro lado, se habla de un Mashaei incómodo porque éste se constituye como el candidato del presidente saliente quien ha construido una gran plataforma populista con las clases menos favorecidas en el país cuya fuerza ha utilizado para desafiar en más de una ocasión las recomendaciones del Líder Supremo iraní, sobre todo en su segundo período presidencial  y que, aunque cómplice de la mala situación económica por la que pasa Irán actualmente, maneja serios montos de ayudas populares en las provincias donde los reformistas por diversas circunstancias no han tenido un gran impacto o resonancia. Mashaei parece vivir la carrera presidencial con ayuda de la sombra de Ahmadineyad quien heredará su fuerza populista sin le menor duda a su candidato.



Con estas presentaciones, se esperan diversos movimientos políticos como la salida de algunos candidatos reformistas como Hassan Rouhani, Mostafa Kavakebian, Mohammad Reza Aref, Mohammad Shariatmadari o Masoud Pezeshkan en favor de Rafsanyani; y no menos esperado, la salida de candidatos conservadores como Mohammad Bagher Qalibaf o Ali Akbar Velayati en favor del candidato más fuerte de la coalición principalista, es decir, el ex negociador nuclear Saeed Jalili, quien se perfila como el candidato que cuenta con el apoyo de Ali Jamenei. Este último movimiento es esperado ya que Jalili es el candidato más popular, conocido y fuerte del bloque del Líder Supremo, fiel a su política nuclear y defensor del conservadurismo iraní en el extranjero que puede representar una verdadera competencia a los candidatos antes señalados a la espera de que todos los nombres expuestos anteriormente sean aprobados por el Consejo de Guardianes, en los próximos días. 





Sin embargo, este análisis se hace ya que es muy probable que las candidaturas de Rafsanyani y Mashaei así como la de Saeed Jalili sean aprobadas. La candidatura de Rafsanyani es muy probable que se apruebe porque el mismo Rafsanyani fue ratificado (por el Líder Supremo) como el Jefe del Consejo del Discernimiento en 2012 (que es el órgano iraní que se encarga de resolver las diferencias entre la Asamblea General (Mayles) y el mismo Consejo de Guardianes) por lo que una descalificación de Rafsanyani para las presidenciales sería una contradicción dentro del mismo sistema que el Líder Supremo no se puede dar el lujo de afrontar en la situación actual. Por otro lado, la candidatura de Mashaei ciertamente cuelga de un péndulo porque se trata del aliado de un Ahmadineyad muy criticado y retador que cuenta con, citando aFarideh Farhi, “una carta dirigida hacia Ahmadineyad firmada por Ali Jamenei donde se le pide al Presidente que remueva a Mashaei de su gabinete durante su primer mandato”. No obstante esta situación, esta vez la candidatura de Mashaei sería conveniente para el régimen porque podría ser usada para desgastar la candidatura de Rafsanyani e impulsar así, (in) directamente, las aspiraciones presidenciales de quien se perfila como el candidato del Frente de la Perseverancia (la coalición de Jamenei) Saeed Jalili, cuya nominación, en este contexto, no tendría por qué tener problema alguno para ser aprobada.

Lo que se debe decir también en medio de este debate político es que estos escenarios no deben ser tomados como un elemento de inestabilidad del gobierno, como seguramente lo presentarán, (ya lo hacen) muchos medios de comunicación occidentales, los cuales, por cierto, le dan más cobertura a los candidatos reformistas que a los denominados principalistas por obvias razones. Y es que la plataforma reformista suele ser vista como un elemento favorable para las políticas de Occidente, mientras lo proveniente de la Oficina del Líder Supremo suele ser satanizado y puesto en tela de juicio de manera automática. Con esto, se debe recordar que ni Musavi, ni Karrubi ni Rafsanyani e incluso ni Jatami, han puesto jamás en duda la viabilidad del programa nuclear iraní que ha sido la pieza de encono en términos de política exterior con el que se ha dañado la imagen de Irán en los medios oficiales, y con el que se intenta, en otros medios más radicales como los israelíes sionistas, presentar como un escenario amenazador y objetivo de una intervención militar.

No. Porque si bien el gobierno de Irán enfrenta un ambiente político precedido por las protestas de junio de 2009 y una serie de demandas pendientes en términos de libertad de prensa, expresión y derechos humanos, esto no significa que el debate político existente previo a las elecciones de 2013 signifique un escenario de “inestabilidad” y que se tenga que interpretar cualquier manifestación masiva en las calles del país como un punto de fragilidad y descontento que pueda devenir en un derrumbe del régimen.




El ambiente que procede a estas elecciones ha estado marcado por el eslogan “donde está mi voto” (raye man koyast) y por el arresto de las figuras reformistas que son parte del mismo sistema de gobierno. Si a esto se le agrega la presión externa y las sanciones económicas a la que ha estado sometido el país desde prácticamente su vida independiente, entonces se debe decir que el próximo presidente iraní deberá afrontar dichas crisis con el mismo pragmatismo que ha superado las desavenencias personales o colectivas para sacar avante la estabilidad del sistema, y que es muy probable que, bajo este paradigma, las elecciones presidenciales que presenciemos en junio próximo sean muy diferentes a las experimentadas en las parlamentarias del año pasado cuando la apatía se apoderó del electorado e incluso de los medios occidentales y no occidentales.


Links consultados y recomendados para saber más

Nader Oskowi, “Perseverance Front to Choose New Nominee for President.

Fardieh Farhi, “Iran Surprises Again”:  Lobe Log. http://www.lobelog.com/iran-surprises-again/ .Consultado el 11 de mayo de 2012.

Agencia de noticias Mehr. 686 candidate register in presidential election. http://old.mehrnews.com/en/newsdetail.aspx?NewsID=1821644. Consultado el 12 de mayo de 2013.
Nader Oskowi.  Reformist Line Up Behind Rafsanjani.