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viernes, 30 de marzo de 2012

El día en que los medios entraron a la bolsa

No cabe duda en que ha habido un parteaguas en la manera en que los medios de comunicación han transmitido la información de los principales acontecimientos históricos de los últimos diez años. Existe un antes y un después. Un suceso que ha marcado el punto de inflexión en lo que los ciudadanos leemos cotidianamente en la prensa nacional e internacional, es decir, el momento en que los medios de comunicación entraron a cotizarse en la bolsa de valores y el mercado financiero internacional.

La consecuencia de este suceso ha sido que la información, una herramienta libre y plural para comunicar mensajes entre emisores y receptores, ha dejado de ser el vínculo que conectaba diversas realidades de una región con otra para ser simplemente mercancía pura, mercancía que se promocionará de acuerdo con las leyes de la oferta y la demanda de los intereses de los dueños de las grandes corporaciones de noticias que hoy en día dominan la mayor parte del flujo de información que se mueve en nuestros días. 

En el momento en que la información se vuelve una mercancía las televisoras, agencias de noticias, periódicos y otros medios de comunicación tradicionales han tenido que comportarse como empresas trasnacionales e iniciar la búsqueda de la mayor ganancia por el menor costo transformando así su misión ética de informar a la gente para pasar a aquella actividad lucrativa de "aparenta informar a la gente", "el rating", "la audiencia", "lo popular". Se inicia la construcción de una "élite infomativa" con sus propios intelectuales, "expertos" y líderes de opinión que marcarán sin duda una tendencia conductual, cultural e intelectual entre el auditorio que, al pasar los años, contará con menos opciones para diversificar sus fuentes de información y formarse una opinión propia.


Hoy en día, solo dos agencias de noticias son las que monopolizan las noticias que nutren a los diversos medios de comunicación a nivel global, Reuters y AP. Esto ha servido para que, por ejemplo, periódicos de gran circulación a nivel mundial, abaraten costos y reduzcan la cantidad y calidad de sus corresponsales de prensa, quienes en gran medida eran el alma de los departamentos de redacción en las sedes centrales de grandes titulares del New York Times, el Boston Globe, entre otros. Actualmente, el corresponsal de prensa no puede hacer una cobertura, en el mejor de los escenarios, de más de diez días, cuando antes solía tomar varios meses para retratar mejor  la realidad social a la que se enfrentaba y, por lo tanto, comunicar a detalle la nota que presenciaba. No, hoy en día ya no vale hacer la historia de vida que está fuera del "mercado moral" o del "mercado de las causas", hoy en día vale más "aparentar estar ahí y crear una imagen del oportunismo de haber estado ahí". Un ejemplo, penoso, es la información sobre el número de víctimas a causa de la represión de los gobiernos en el mundo árabe. En Iraq, cuando la invasión de 2003, se solía informar a detalle el número de víctimas por diversos actos insurgentes en contra de la presencia estadounidense en aquel país, (porque las víctimas civiles causadas por las fuerzas estadounidenses no eran cubiertas hasta que llegó Wikileaks), noticia que  llegó a ser "la nota de todos los días". Pero ese fue el problema justamente. Como la muerte de víctimas inocentes en Iraq era una "nota de todos los días" dejó de ser atractiva para el "mercado de las ideas", para el "rating" y para los "expertos", quienes preferían hablar de cualquier otra cosa, de una "nueva novedad", que de las muertes en Iraq que "aburrían al auditorio".  Lamentablemente, esa fue una misión de los medios, hacer a los receptores que olvidáramos la invasión. Olvidar Gaza, Líbano, Afghanistán, Argelia y hoy en día, olvidar las labores represivas de los ejércitos en Cairo, Bahrein, Siria, Arabia Saudí, Irán. Pero claro, siempre recordando el Holocausto, la derrota de los nazis, el triunfo de la OTAN sobre Qadafi..

Las nuevas tecnologías de la información, principalmente las redes sociales, los teléfonos celulares y los hardwares y softwares libres no se salvan de estas consecuencias. Ciertamente el periodismo independiente ha avanzado mucho en mostrar la "otra cara" de la realidad a través del uso de estas nuevas tecnologías para contrastar con lo impulsado por los "medios de comunicación oficiales", ya sea con el envío de vídeos, poemas, canciones, narraciones, entre otros testimonios, los mensajes de los ciudadanos han llegado a buena parte de la población mundial en sus versiones visuales y verbales teniendo una aceptación inimaginable. Sin embargo, los dueños de dichas redes como facebook o twitter (que han sido las más utilizadas y con las que tenemos mas familiaridad) siguen teniendo una fuerte influencia en la difusión de los contenidos de los perfiles ya que determinan el comportamiento y su tendencia con respecto a la realidad que se informa. Un ejemplo concreto, penoso también, es la cancelación de la cuenta de facebook "todos somos khaled Said" días antes de las protestas en la plaza Tahrir en Cairo el 25 de enero de 2011, cuando los administradores de dicha cuenta habían sido de los primeros en utilizar dichas herramientas informativas para convocar a la gente a hacer huelgas y a tomar las calles por la indignación del asesinato de Khaled Said al ser apaleado por las fuerzas de seguridad egipcias tras denunciar actos de corrupción en un café Internet de su localidad.

Lo cierto es que, si facebook se desconecta en algún momento (cuestión que no ocurrirá en mucho tiempo por las ganancias que genera a sus dueños), la organización del periodismo independiente en lo que hemos presenciado en las calles de la "primavera árabe" seguirá conectada puesto que las redes sociales ya estaban tejidas antes de que la gente tuviera un ordenador o un teléfono celular. Internet en general y facebook y twitter en particular, han sido solo lo que el telegrama fue hace unos años para la gente común, es decir, herramientas de comunicación, y la expansión del espacio de la expresión social. Con esto, se quiere invitar al lector a diversificar sus fuentes de información, al acercarse a otras lenguas, a otros canales de entendimiento y a liberarse de las cortinas de humo de los grandes bombardeos informativos que a diario permean nuestras opiniones y comportamientos. Reclamar la garantía de una vida digna para dedicar tiempo a la crítica y a la información es un derecho que todos tenemos, al tiempo que evitamos caer en la trampa informativa de hacer que "escojamos a nuestro dictador favorito"

miércoles, 21 de marzo de 2012

Internet: el deseo de Obama para Irán en año nuevo

A principios de marzo, Ali Jamenei anunció la creación de un Consejo de Seguridad de Internet encabezado por el Presidente Mahmoud Ahmadineyad "para salvaguardar los valores de Irán en la red". Este mensaje vino  después de la supuesta intentona iraní por crear una red de Intranet con la cual "los iraníes no tendrían la necesidad de hacer uso de la gran red gestionada desde los EEUU y de ningún otro software como google u otras herramientas que han sido utilizadas para espiar y atacar a los sistemas de información del gobierno y el programa nuclear". Este anunció fue seguido de una nueva serie de detenciones de blogeros y creadores de filtros, muy populares entre los jóvenes de Teherán y otras ciudades importantes del país.

Lo anterior va de la mano con el mensaje de Nowruz de Barack Obama para Irán, en el cual se hizo énfasis al derecho a la información y al uso de Internet que deben de tener los ciudadanos. Si bien el derecho a la información y a la libre expresión es legítimo y urgente en Irán y en todo el mundo, el mensaje de Obama tuvo una mala recepción por muchos iranies en la red quienes lo interpretaron de "hipócrita" y "oportunista" por el simple hecho de haber forzado a más sanciones económicas que han hecho más daño al bolsillo de los civiles que a los del gobierno. "Los presionamos, los asfixiamos y los preocupamos con sanciones, pero les daremos software para librar las restricciones online de su gobierno"; "les amenazamos y los sancionamos porque tienen un programa nuclear civil, pero les ayudaremos a que sigan escribiendo en blogs, portales y facebook mientras nosotros también ponemos restricciones a nuestros usuarios por violar leyes de propiedad intelectual.

Así, los usuarios de Internet en Irán se preguntan cómo los EEEUU pueden mandar un mensaje de año nuevo al pueblo irani cuando ellos mismos han sido los que han reducido la libertad de expresión en la red al colaborar con la detención del fundador de wikileaks, promulgar la ley SOPA y desmantelar fuentes de información extremadamente útiles para los usuarios en su propio país como Megaload? ¿Quiénes son los enemigos de Internet? ¿ De qué se trata el mensaje de Obama? ¿Ayúdate que yo te ayudaré?

Hoy en día hemos llegado a un momento de hipocresía total en los gobiernos donde resulta que la información confidencial, privada e intocable (como la información personal de los ciudadanos) no es otra cosa mas que una fuente de información de mercado para las compañías que tienen acceso a datos de facebook, twitter, orkut u otras redes sociales, mientras la información de carácter público tales como los pactos entre gobiernos, negociaciones políticas, entre muchas otras, pasaron a ser parte de lo secreto y lo encubierto para la opinión pública a quien siempre se han presentado las acciones políticas como "necesarias para defender la seguridad nacional". De hecho, wikileaks fue el que trajo a colación lo anterior "destapando" la doble moral de los gobiernos, principalmente de Estados Unidos (por la serie de acciones tomadas en Guantánamo, Iraq, Afganistán y México que han sido hechas fuera de sus propias leyes) entre otros países mal parados con el tema como los países del Golfo o Israel.

El mensaje de año nuevo de Obama ha sido una tomada de pelo que fracasa al querer ofrecer una imagen diplomática y de entendimiento con el pueblo iraní. Lo anterior se debe tomar en cuenta tras una ambigua fatwa de Jamenei al respecto de facebook en la que establece que "el uso de la red social está prohibida si promueve la corrupción, el pecado, la inmoralidad y el fortalecimiento de los enemigos del Islam, de otra forma está bien". Así que, tan ambiguo uno como el otro, los gobiernos están haciendo lo posible para manejar y controlar el flujo de información en la red la cual ha sido una herramienta que está cambiando la forma de interactuar entre la sociedad, la forma de exigir a los gobiernos libertad de expresión y lo más importante, la forma de seguir siendo independientes con las ideas que van y vienen por la red.




lunes, 19 de marzo de 2012

No-ruz: La celebración más popular del año en Irán


Entre las formas de felicitar en el día de año nuevo  o No-ruz  (que significa “nuevo día” por ser el nuevo día del año) podemos contar con Nowruz Mobarak (Feliz año nuevo), Eid-eh Shoma Mobarak (Feliz año nuevo para ti), Nowruz Pirooz (Próspero año nuevo), Sad Saal be in Saal-ha (100 años nuevos más) o Sal-e No Mubarak (Feliz año  nuevo).

El No-ruz es el nuevo día con el que comienza el año y tradicionalmente es el comienzo astronómico exacto de la primavera. Este segundo toma el nombre de "Saal Tahvil" (año de la entrega).
No-ruz, con sus características únicas iraníes, se celebra desde hace al menos 3.000 años y está profundamente arraigado en los rituales de la tradición zoroástrica, la religión monoteísta antigua de Persia antes de la llegada del Islam.

El año nuevo iraní que entra este 20 de marzo alrededor de las 8 de la mañana corresponde al año 1391. En Irán, esta es la cuenta del calendario oficial aunque también se toman en cuenta los calendarios gregoriano e islámico para fines culturales, religiosos y económicos,

Por otra parte, los iraníes consideran No-ruz como la mayor celebración del año la cual comenzará a limpiar sus casas (Janeh Tekaani) y les invitará a comprar ropa nueva. Una parte importante de los rituales de Año Nuevo es el preparado "Haft Seen" (siete puntos), que consiste en equiparar siete elementos con cada una de las siete creaciones y los siete inmortales santos que protegen la tierra. Los siete temas comienzan con la letra "S", lo que no estaba a la orden en los tiempos antiguos, y por lo general son:

 Seeb (manzana),
 Sabze (hierba verde),
 Serke (vinagre),
 Samanoo (una comida hecha de trigo)
 Senjed (un tipo especial de baya)
Sekke (moneda)
Sir (ajo )
A veces, en lugar de Serke se ponen Somagh (sumak, una especia de Irán).


Los zoroastrianos de hoy no tienen los siete "S", pero  realizan el ritual con siete semillas como un recordatorio de que esta es la fiesta de la creación,  ya que el surgimiento les concede la resurrección al final de los tiempos y la posibilidad de la vida eterna.
Harina de trigo o lentejas representa un nuevo crecimiento, esto se coloca en un plato llano y decorado con cintas de colores unos días antes del Año Nuevo y se le llama Sabzeh (brotes verdes). Este plato se mantiene hasta Sizdah beh dar, (el día 13 del Año Nuevo) para luego ponerse al aire libre y llevarse fuera del hogar a desechar la mala suerte. 
A su vez, unos pocos peces de oro en vivo (el animal más fácil de obtener) se colocan en una pecera. En los viejos tiempos, los peces eran devueltos a la orilla del río pero hoy en día la mayoría de la gente los mantiene en casa. También se ponen espejos colocados para  que la luz de las velas que se tienen en la mesa como símbolo de fuego reflejen con más brillo. Hoy en día, algunas personas agregan el Corán con el fin de bendecir el nuevo año, sin embargo, algunas personas en lugar del Corán han optado por colocar  el libro del Diván de Hafez (libro de poesía de Hefez), por lo que, durante la "Saal Tahvil", la lectura de algunos versos de este, uno de los poetas más populares de Irán, es un nuevo ritual que se agrega a la celebración en los hogares. Muy recientemente, un gran número de iraníes ponen el Shahnameh (la Épica de los Reyes) de Ferdowsi  como un libro nacional iraní en la mesa de año nuevo. Ellos creen que Shahnameh tiene los valores de identidad más iraníes que existen así como las bebidas más espirituosas, por lo que se ha vuelto mucho más adecuado para esta antigua celebración.




Después de la noche de Tahvil Saal, la gente se suele abrazar , besar y desear mutuamente un feliz año nuevo. Luego se dan regalos unos a otros (tradicionalmente dinero en efectivo, monedas o monedas de oro), por lo que, en general, los más viejos suelen regalara dinero a los más jóvenes. Antiguamente, el día de año nuevo se solía usar para visitar a los miembros mayores de la familia, parientes y amigos pero ahora eso e ha juntado con la inclusión de los niños quienes reciben regalos y dulces, comidas especiales y "Aajil" (una combinación de diferentes frutos secos con pasas y otras cosas dulces) deliciosas.

Tradicionalmente, la noche antes del Año Nuevo, la mayoría de los iraníes tendrán Sabzi Polo Mahi, un plato especial de arroz cocido con hierbas frescas que se puede servir con con pescado ahumado o frito. Koukou Sabzi, una mezcla de hierbas frescas con huevos fritos.

El día 13 del año nuevo que se llama "Sizdah Bédar" y suele celebrarse al aire libre. La gente deja sus hogares para ir a los parques o llanuras locales para un picnic festivo. Es un deber de pasar Sizdah Bedar en la naturaleza. Esto se llama Sizdah Bédar y es el día más popular de las fiestas donde los niños pueden jugar montones. También en este día, la gente tira la Sabze de distancia pues las lentejas o el trigo no deben quedarse en la casa ya que los iraníes consideran 13 días como un mal augurio por lo que creen que ir al campo a tirar lo que han absorbido las semillas ayuda  a evitar desgracias. También se cree que las chicas solteras pueden desear un marido por ir al campo y hacer un nudo entre los brotes verdes, símbolo de un vínculo matrimonial.

domingo, 11 de marzo de 2012

Los Pasdaran y las elecciones legislativas en Irán



Después de las elecciones para elegir al nuevo Parlamento iraní, los medios oficiales hacen eco de la participación masiva de su población mientras los medios occidentales no dudan en presentarla como “una broma” al tratarse de un proceso que no fue ni limpio ni libre y, por lo tanto, injusto. Ciertamente muchos activistas simpatizantes del movimiento reformista en Irán (que incluye varias facciones a su vez y no solo al movimiento verde) reiteraron que el voto en su país era considerado un deber y no un derecho, haciendo referencia a las palabras del líder supremo Ali Jamenei cuando exhortó a la población a darse cita el día de los comicios, por lo que la gran mayoría de ellos evitó participar en el proceso y, en el mejor de los escenarios, prefirió inscribir frases de protesta en las boletas el día de la elección.
            Lo anterior no quiere decir que las personas que decidieron no votar puedan ser consideradas como “opositores al régimen”, puesto que sus líderes que hoy en día pertenecen al Movimiento Verde o a los Mojahedines de la Revolución Islámica u otro grupo reformista dentro de Irán, nunca se han manifestado en contra del sistema, ni en contra del programa nuclear, y mucho menos en contra de la figura del Velayat al Faqih como figura de poder establecida en la constitución del país, pues por el contrario, muchos de estos líderes han trabajado en el sistema por años (como Mosavi que fue el Primer Ministro del entonces presidente Ali Jamenei a lo largo de la década de los ochenta) y han ocupado cargos importantes dentro del mismo sistema. Por lo tanto, se trata de un error hablar de oposición al régimen, oposición al sistema u oposición iraní.
            La complejidad radica en desmenuzar la lucha de poder al interior de cada una de las fuerzas políticas iraníes. De profundizar en el aparato económico militar de los Pasadaran quienes tienen afinidades tanto con Ahmadineyad, con Jamenei, con Mosavi, o con Jatami, quienes suelen ser a su vez los actores que controlan a las masas, a los intelectuales y a los medios de comunicación con sus plataformas y discursos políticos, y quienes buscan acomodar cuadros de personal ad hoc a sus intereses económicos dentro del sistema, con la diferencia de que, algunos más que otros, pugnan por mayores libertades civiles entre la población, una política de acercamiento con Occidente en general y Estados Unidos en particular y una mayor apertura a las relaciones culturales y diplomáticas a todos los niveles.
            La complejidad también radica en la aproximación al propio Estado Iraní. No se trata de una teocracia. El otro eje de poder y autoridad moral dentro de Irán, la ruhaniyat o el mal llamado clero (clero es una acepción errónea en la medida que no hay sacramentos) no está representado en el sistema político de la República Islámica, y mucho menos desde 1989 con la muerte de Jomeyni. Debido a que la tradición más temprana del shiísmo duodecimano prefiere seguir la política y no determinarla, la forma de llevar a cabo fatwas, juicios y leyes desde la figura del líder supremo es contraria a la tradición quietista de la corriente religiosa mayoritaria de Qom o Nayaf. Por lo tanto, los seguidores del movimiento verde, por ejemplo, han comenzado a ver a Jamenei no como un líder sino como un tirano a sabiendas que el líder supremo tiene más legitimidad entre los militares y veteranos de guerra que entre los religiosos que se encuentran alejados del sistema, algunos por convicción y otros por opresión.
            Así, el ambiente actual iraní no sugiere que exista una pugna entre “el clero” y “los militares”, pues “el clero” o la ruhaniyaat, no tiene un poder relevante en el sistema actual del país desde la década de los ochenta cuando, con la existencia del Partido de la República Islámica, el Parlamento y otras instituciones importantes del sistema estaban ocupadas por personas educadas en los seminarios de Qom o Nayaf en Iraq y habían sido una mayoría que desembocaría en el gobierno de corte reformista de Jatami en 1997. Ahora, después del gobierno de Jatami que hoy en día todo iraní recuerda como una época de esperanza, los religiosos jamás volvieron a sus curules y éstos han sido ocupados, en mayoría, por veteranos de guerra y por personas pertenecientes a los Guardianes de la Revolución con un enfoque político muy distinto al de los reformistas, o al de los moderados, los nacionalistas, los religiosos y otras fuerzas políticas al interior de Irán.
               Lo anterior no quiere decir que los Pasdaran sean un cuerpo homogéneo y estático que represente lo negro de una fotografía bicolor pues dentro de los Guardianes de la Revolución también hay diferencias no solo de rango y ocupación sino también de corte socio-militar (como entre los basijies y los altos mandos), político y económico.Sin embargo, es verdad que dentro de esta institución existen grupos que aspiran tanto a hacer negocios como a mantener cierta influencia política en el sistema, e incluso aquellos que aspiran a tener un Estado militarizado con disuasión nuclear para garantizar su estabilidad a largo plazo (estilo Pakistán) Así, el nuevo árbitro de la política iraní ha sido solo ésta cúpula de hombres que controlan la economía, los bonyad (empresas estatales), el programa de misiles, el programa nuclear, y la mayoría de los recursos con los que se sostiene el Estado, por lo que, Jamenei, al ser “el jefe” de las fuerzas armadas del país, se siente con la obligación de defender sus intereses (y con ello los de él propio), si es necesario, por medio del uso de la fuerza y la represión (como en el 2009 contra lo que sería el movimiento verde) o por medio de la negociación, como lo ha hecho con las personas influyentes en la política iraní tales como Ali Akbar Rafsanjani, el propio Jatami, Ahmadineyad, Mosavi, Karrubi, y hasta con el Imam oculto si esto fuera posible. Por tal motivo, los asesinatos selectivos de Israel y las sanciones económicas de Occidente no están dirigidas a nadie más que a la cúpula de los Pasdaran, los cuales ciertamente  representan, con el dominio el gas, el petróleo, la energía nuclear y los misiles, un serio balance de poder en Oriente Medio a cualquier Estado.

Por lo tanto, aunque los resultados oficiales de las elecciones parlamentarias en todos los medios fueron contundentes al decir que el presidente Ahmadineyad era el “gran perdedor del proceso” y que el líder Supremo tomaba el control del país después de sus fricciones, cachetadas y berrinches con el Presidente del país, se debe decir que aunque las relaciones entre ambos son tensas, su comunicación, así como la comunicación con otros personajes influyentes hoy en día como Jatami o Mosavi es más cercana que nunca (tal como lo muestra la noticia de que Mojtaba Jamenei,hijo del líder supremo, visitó a Mosavi para decirle que las puertas de lanegociación aún estaban abiertas).


Lo cierto también es que el gran vencedor de las elecciones no es ni Jamenei ni Ahmadineyad sino la cúpula de los Pasdaran, institución que, a diferencia del Artesh (la rama regular del ejército iraní) ha venido aumentando el número de asientos no solo en el Parlamento sino en otras instituciones del gobierno tales como el Gabinete presidencial (que es donde Ahmadinejad ha querido ganar apoyo de esta elite militar para impulsar a sus cuadros en próximos puestos de elección) siendo paradójico darse cuenta de que los Pasdaran, con un número menor de efectivos en lista (150 000) tenga una influencia política y un presupuesto más elevados que el ala militar del ejército regular cuyos efectivos se cuentan alrededor de 300 000  y no tienen ni un solo representante en alguna institución poderosa del sistema político iraní (mas que su representante en el Consejo Supremo de Defensa), sin hablar de que las principales misiones de seguridad nacional del país no les competen a ellos sino a...los Pasadaran.

            Por lo anterior, no es coincidencia de que la mayoría de los analistas afirmen que una hipotética y absurda guerra con Irán tendría el efecto de reunir filas al interior del país y cohesionar a su población en contra de un enemigo externo (incluso Pasadaran y Artesh han comenzado a trabajar ejercicios conjuntos desde 2006 bajo el discurso de la cohesión nacional frente a una posible intervención extranjera). Irán es un país con grandes recursos y un nacionalismo exponencial cuando se trata de enfrentar amenazas externas, y la mayoría de su población acepta los términos de su programa nuclear y el derecho de ejercer ese derecho. La población, lo que clama, es que también pueda ejercer otros derechos más importantes a nivel ciudadano, tales como la libertad de prensa, la crítica a la corrupción, libertad de expresión, la discriminación, entre otros derechos humanos y civiles igual o más importantes que el derecho de tener energía nuclear. Sin embargo, el proyecto de la élite política iraní actual radica en llevar a cabo una política exterior con base en el poderío defensivo militar y el control del ciclo nuclear como herramientas de disuasión que les garanticen la supervivencia  en una zona tan acosada por la intervención extranjera y evitar así el destino de sus vecinos regionales (como Iraq y Afganistán), proyecto que lamentablemente implica el sometimiento y control de su población para fines de seguridad. La cuestión es que dentro de esta élite política, hay quien piensa que la supervivencia del Estado no tiene que pasar forzosamente por el control de la población, siendo que, lamentablemente también, esas personas han perdido poder dentro de su propio sistema.
Ironía: "Irán quiere guerra" "miren cómo han puesto su país tan cerca de nuestras bases militares"

lunes, 5 de marzo de 2012

Pasdaran e Israel -vs- Obama y reformistas

La sociedad iraní se encuentra atrapada por las decisiones de sus políticos más conservadores desde el inicio de la República Islámica en 1979. El acercamiento con Estados Unidos ha sido más frecuente en estos últimos años pero no ha sido conducido por los hombres idóneos para llegar a negociaciones claras en los temas más preocupantes para ambas naciones.
Israel por su parte ha hecho de todo. Ataques cibernéticos, asesinatos selectivos, retórica, sanciones económicas, y presión a Estados Unidos.. y a Irán. El régimen iraní, ha dicho varias veces, incluso mediante una fatwa,, que no persigue una bomba nuclear, y que de hecho esa opción es "anti islámica", pero con el primer explosivo que llegase a caer en Irán, los Pasdarán y el líder supremo (que ojo acaban de hacerse del control  parlamentario del país para efectos de cualquier ley) tendrían las herramientas necesarias para justificar la elaboración de un artefacto nuclear aclamando a la defensa de la revolución. En otras palabras, si bien doctrinalmente la bomba es prohibida en Irán, perfectamente puede dejar de serlo en el momento político y estratégico que más convenga. No se trata de un ejercicio de ideología religiosa sino de cálculo de poder. La pregunta es si Irán realmente quiere convertirse en un Estado al estilo Pakistán con una élite militar que controle cada sector y movimiento de la sociedad, o uno que rescate los ideales del buen entendimiento con Occidente y entable pistas de negociación sobre el tema nuclear y muchos otros en la región (de ahí la ruptura interna en el gobierno conservador iraní entre Ahmadineyad y Jamenei y el repudio del sector reformista a un pensamiento de esa magnitud). Así, aunque parezca paradójico, Israel pugna más por un Irán militarizado, tal vez nuclear, represor de su pueblo que le permita justificar su accionar paranoico que ha sembrado en el ambiente social interno, al grado tal de que en Israel se viva hoy en día no solo como si la guerra fuera a ser mañana sino como si ya se estuviese en ella.

La muestra de todo esto es que los gobiernos de los llamados reformistas en Irán, quienes han sido los protagonistas de los acercamientos más espectaculares jamás vistos en su historia con los Estados Unidos, hoy en día también se encuentran cooptados por los "hombres de hierro" que sea dicho de paso, tienen más en común con los cuarteles y los militares que ellos mismos crearon, que con la tradición de la shía iraní que dicen representar.


Afortunadamente, después del encuentro entre B. Netanyahu y B. Obama el día de ayer, los israelíes no escucharon todo lo que querían del Presidente Obama. Y no nos referimos con esto a nada relacionado con la situación palestina (que por cierto sufrió de una ausencia imperdonable) sino al apoyo retórico y material de un ataque contra Irán. 

Estados Unidos ha mantenido una posición en la que establece que si bien no quiere una bomba nuclear para Irán tampoco aspira a una guerra en su contra y por otro lado lo que se busca es un entendimiento diplomático que ayude a contener una balanza de poder, la cual ha sido la tendencia vista en todas las administraciones pasadas. 


Muchos analistas atinamos al pensar que las invasiones a Iraq y a Afganistán habían resultado en el inevitable fortalecimiento de Irán como actor regional que había sido causa de "una falta de cálculo estadounidense, sin embargo  en esos momentos no pensamos que el derrocamiento de Sadam Husein y el castigo militar a los talibanes se convertiría  también en una estrategia  para debilitar geopolíticamente a Arabia Saudí y obligarle así a tirar definitivamente el ancla de la dependencia armamentista de Esatdos Unidos, haciendo, como era costumbre, grandes negocios a largo plazo.

Pero un Irán fortalecido con ayuda de Estados Unidos no pudo haber sido una falta de cálculo. Algunos círculos académicos iraníes  pensaron que Washington podría haber visto con buenos ojos un Irán nuclear que pudiera hacer un contrapeso geopolítico no solo a Arabia Saudí sino al propio Israel, cuyo looby se había encargado de manipular en varias ocasiones a los gobiernos en turno de la Casa Blanca, habiendo colmado la paciencia de no pocos en la capital estadounidense (cabe señalar que esa postura habría sido bien vista pues ahora sabemos cómo Obama se expresa de Netanyahu tras el desliz de los micrófonos en noviembre de 2011). Así, se podría contar con un equilibro de poder nuclear entre Estados Unidos y Rusia a nivel tras continental; China y Japón en Asia; India y Pakistán en el subcontinente Indio; Francia y Alemania en Europa, e Israel e Irán en Oriente Medio. Vaya, esto sonaba muy bien, sobre todo después de los acercamientos que Irán tuvo con Estados Unidos para poder pacificar la situación de violencia que se desató en Iraq tras la resistencia armada de cientos de milicias iraquíes y miles más de mercenarios, esto de acuerdo con algunas conclusiones establecidas por el reporte final del  Study Group Report de Estados Unidos. De este escenario también se puede justificar que la retórica agresiva de Ahmadineyad haya sido dirigida con más fuerza hacia Israel y no en tal grado a Estados Unidos.

Las señales de Irán y Estados Unidos no han sido tan drásticas ni belicosas como se piensan sino simplemente han estado inmersas en juegos de poder a gran escala. La gran paradoja de sus relaciones es que a pesar de la retórica hostil, las dos naciones nunca han roto sus vínculos psicológicos entre sí pues, a más de un cuarto de siglo después de la revolución de 1979 éstas se han vuelto, y de hecho son, cada vez más frecuentes, incluso a medida que continúan los debates sobre los efectos de las sanciones, la línea roja de Hormuz, el precio del petróleo y del oro (donde Irán es uno de los países con más reservas después de Reino Unido), y el intercambio de cartas donde es claro que a ambos países no les conviene el inicio de hostilidades militares. De hecho, la actividad diplomática de Irán con Estados Unidos no había estado tan activa como en los últimos años, diplomacia que favorece un escenario de diálogo entre ambas potencias, no al grado que intentó Jatami durante su presidencia, pero si de cada vez más entendimiento y aprendizaje mutuo.

La herramienta de Estados Unidos con la República Islámica, históricamente, siempre han sido las sanciones  económicas y no una intervención militar, por lo menos hasta que se ponga en juego el interés nacional de Estados Unidos en la zona. Se trata de una compensación de poder. Para los Estados Unidos, el objetivo es que Irán reconozca "la superioridad americana" mientras para Irán, el objetivo de la resistencia es forzar a los Estados Unidos a reconocer "el derecho de Irán a ser tratado como una potencia regional" en Oriente Medio en general y el Golfo Pérsico en particular. Pero ambos países necesitan garantías uno del otro, garantías que Israel no está dispuesto a permitir, tratando de precipitar a ambos gobiernos (y a otros más como a los árabes) a una guerra indescifrable, absurda y de pérdidas de vidas catastróficas que ahuyente a su población del debate de identidad que experimenta sobre lo "judío y lo israelí", sobre el destino del Estado palestino, y sobre el papel que jugaría Israel en un Oriente Medio en vías de una sufrida democratización por las revoluciones de los pueblos árabes.