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martes, 17 de julio de 2012

Ataque en las costas de Emiratos Árabes a buque pesquero: una muestra de la tensión estratégica en el Golfo Pérsico

El pasado 16 de julio del presente año, un barco de la armada estadounidense abrió fuego en contra de un "bote pesquero" en las aguas de Emiratos Árabes Unidos, en el Golfo Pérsico. El pabellón del barco es perteneciente a la India según afirma la prensa internacional y el resultado del disparo ha dejado por lo menos un pesquero muerto y otros tres lesionados.

Al momento de la noticia, medios como The Guardian, Al Jazeera y CNN hablaron de la posibilidad de que se tratase, por las características del barco, de una nave iraní perteneciente a los Guardianes de la Revolución, la cual había sido alcanzada por el fuego estadounidense al negarse su identificación y estar muy cerca de la embarcación agresora.

Cuando se supo que el bote había pertenecido a la India, la cobertura de la noticia bajó de manera tremenda  así como los precios del petróleo que por una horas rebasaron los 100 dólares por barril, esto tras la noticia y el rumor de que los Guardianes de la Revolución estaban listos para atacar bases estadounidenses en la zona debido a que la embarcación había sido de ellos.

Sin embargo, la embarcación había sido india y el gobierno de aquel país ya ha pedido explicaciones a sus homólogos en Emiratos y en Estados Unidos, quienes tendrán que justificar dicha acción en una zona con alta tensión estratégica debido a las últimas maniobras militares del CENTCOM en las aguas de Bahrein y el sur del Golfo desplegando drones submarinos para rastrear y destruir posibles minas marinas supuestamente sembradas por Irán para detener el tráfico marítimo del Estrecho de Hormuz en caso de una confrontación bélica.

El hecho de que la embarcación haya sido de la India no debe pasar por desapercibido para los analistas y estrategas de la zona ya que este lamentable hecho que ha dejado un muerto como mínimo, muestra lo delicado que se encuentra el ambiente en el Golfo Pérsico ya que el mínimo error estratégico puede desarrollar una severa crisis diplomática no solo con Irán sino con cualquiera de los más de 50 países que comercian petróleo, gas y materias primas diariamente en la zona.

Lo extraño del asunto es que en una zona como el Golfo cualquier embarcación (hoy más que nunca) debe tener muy bien mostrado su pabellón para identificar su nacionalidad y justificar su presencia en aguas extranjeras. Todos los barcos, pesqueros o no pesqueros, deben tener un pabellón o una bandera de pertenencia. El país en el que se inscriben determina las leyes por las que deben regirse en cuanto a elementos de seguridad, laborales y comerciales, así como dejar en claro que deben ajustarse a los lineamientos del país al que visitan (para lo cual deben izar la bandera del país visitado) para evitar accidentes como el acontecido el día 16 de julio.

Si bien la bandera puede no izare mientras no se esté a la vista de otro buque, las acciones de la nave estadounidense indican que la distancia de dicho barco estaba lo suficientemente cerca como para no identificarse y dispararle sin más avisos. A su vez,  también debemos considerar el tipo y la experiencia de la tripulación del barco estadounidense y justificar o no su presencia en aguas del Emirato, país que también tendrá que rendir cuentas ante las autoridades que demanden indemnizaciones y otros pagos por daños al bote derribado.

Cabe señalar que desde el 22 de enero de este año, Estados Unidos envío un segundo portaviones (John Stennis) en cooperación con Francia y Reino Unido con 50 F 14 a bordo con el objetivo de hacer "maniobras militares", a lo que Irán respondió con una nueva prueba de un misil de mediano alcance, en una repetición de la propaganda bélica anunciada por los gobiernos antes citados desde 2005, que hoy en día se mezcla con las negociaciones fallidas (hasta la fecha) entre Irán y el G3+3 o G5+1 por la denominada cuestión nuclear y un evento de suma importancia para la región que no ha recibido la promoción adecuada en la prensa, es decir, el aumento de las protestas en la región oriental de Arabia Saudí que muchos han denominado como la llegada de la primavera árabe a dicha región, a pesar de la intentona de ocultarlo por parte del régimen saudí.

Como dato agregado, cabe recordar que como tradición bélica en la marina estadounidense desde hace muchos años se celebran ejercicios militares con escenarios ficticios para desarrollar y actualizar nuevas estrategias ante potenciales amenazas al potencial militar estadounidense en diferentes zonas en el mundo. Uno de los más conocidos en el Golfo Pérsico (Millenium Challenge) se realizó en 2002 por medio del USJFCOM en el cual se inició un conflicto naval en el Golfo ante un país no identificado pero representado por fichas rojas (los estadounidenses representaban las azules) el cual resultó con un trágico hundimiento de un portaviones nuclear y cinco buques anfibios de asalto tras una arremetida con buques de peso ligero, ataques suicidas y misiles de corto alcance respaldados por cohetería en aparatos anfibios. 

Estrecho de Hormuz. Nov. 2011
Ante dicho acontecimiento, las órdenes que tienen los marinos estadounidenses parecen claras y apegadas al  manual de contra insurgencia actualizado el año pasado. "Los marines" están entrenados para golpear cualquier embarcación por muy pequeña que parezca ya que estás serían, en un hipotético y no deseable escenario de guerra, su principal amenaza estratégica en una zona fácil de cercar para quien no conoce su geografía y confía demasiado en su tecnología militar.

Dicho esto, se debe recordar que no es la primera vez que Irán amenaza con cerrar u obstaculizar el tráfico marítimo de Hormuz ya que durante la guerra con Iraq en los ochenta, el gobierno iraní amenazó más de un par de veces en hacerlo sin llevarlo a cabo, lo cual no quiere decir que no tenga el potencial de hacerlo independientemente de las consecuencias nacionales, regionales e internacionales de ello.





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